Debido a la suspensión de las clases presenciales, y como parte de una estrategia central del Departamento de Educación de Doñihue (región de O’Higgins), en la que todos los docentes de la comuna participaron en su creación, el equipo de profesionales del Colegio La Isla desarrolló el Portafolio de Aprendizajes. De prekínder a octavo, la iniciativa ha respondido a los problemas de acceso a dispositivos electrónicos y de conexión a internet, pero también a los contextos familiares dispares que han presentado los casi 260 estudiantes del establecimiento. La herramienta de enseñanza-aprendizaje y monitoreo periódico se ha enmarcado en la priorización curricular y ha tenido grandes resultados y adhesión en educación inicial.
“Para nuestra comunidad ha sido todo bien intenso”, narra la educadora de párvulos Patricia Sánchez. “Partimos con expectativas muy altas y eso quizás se tradujo en presión extra. Pero al poco tiempo esa presión decayó e intentamos sobrellevarla de la mejor manera, sobre todo porque nos dimos cuenta de que no todas las familias estaban en las mismas condiciones de implementar un modelo de educación remota”.
“Una modalidad online era imposible para el 100% de nuestros niños y niñas”, advierte el director del Colegio La Isla, Cristián Díaz, quien además señala que el establecimiento siempre ha presentado una disparidad respecto a sus contextos familiares. Y si bien hay niños y niñas que tienen cubiertas sus necesidades y una situación estable, existen casos extremos de vulnerabilidad social y económica: “Eso ha hecho mucho más difícil trabajar en este escenario, porque la contención emocional también se ha tornado disímil. Como colegio hemos debido privilegiar ese tema y ayudar a nuestra comunidad. Ha sido lo primordial en este momento”.
“Conciliar la educación remota, el teletrabajo, la casa, los hijos, en verdad, ha sido muy desafiante”, agrega la educadora Patricia Sánchez. “Partimos de la incertidumbre, porque la situación era nueva para todos, algo totalmente distinto y para lo que la educación municipal no estaba preparada”.
Paula Mejías es apoderada del colegio y madre de Sofía, que cursa kínder: “Al principio nos costó mucho adaptar y explicarle a nuestra hija que no podía ir al colegio ni estar con sus compañeras, pero además que debía limitarse de muchas cosas por la pandemia”.
Asimismo, la apoderada comenta que no solo para Sofía fue complejo incorporar las nuevas rutinas que exigía estudiar desde el hogar: “Ella desde prekínder realizaba sus actividades en el colegio y le costó acostumbrarse al nuevo espacio; las distracciones son mayores en la casa. Y pese a que desde el comienzo la tía Patricia ha estado presente a través del WhatsApp y preocupada de prestarnos apoyo cuando surgen complicaciones, para nosotros como papás también ha sido difícil, porque no siempre tenemos la misma paciencia para enseñar, o no todos contamos con las herramientas para profundizar en ciertos aspectos”.
Al inicio de la suspensión de clases presenciales, explica el director Cristián Díaz, los equipos directivos y docentes de la comuna se reunieron a planificar las medidas que iban a adoptar los establecimientos municipalizados de Doñihue. Y a partir de la priorización curricular sugerida por el Mineduc, en las y los profesionales surge la idea de implementar el Portafolio de Aprendizaje: “Esta herramienta ha sido un caballito de batalla en nuestra comuna. Ha tenido éxito porque ha dado respuesta al concepto de disparidad, a la escasa conexión a internet y acceso a dispositivos electrónicos, pero además nos ha permitido llegar a la mayoría de nuestros estudiantes”.
El Portafolio de Aprendizaje, cuenta la educadora Patricia Sánchez, es una estrategia de enseñanza remota, pero a la vez de evaluación y monitoreo: “Se originó en el Departamento de Educación de la comuna, la elaboración quedó en manos de los equipos y va a la par con la priorización de objetivos”.
“El Portafolio es netamente curricular”, señala Cristián Díaz, “y la priorización de sus contenidos ha potenciado aún más el trabajo colaborativo al interior del colegio. Hemos podido sistematizar la entrega de esta herramienta y el retiro de la evidencia cada 3 semanas, junto con la canasta Junaeb, y ha sido fundamental para acercarnos a los objetivos de aprendizaje de nuestras niñas y niños de manera más práctica y didáctica”.
“Lo que pretende la iniciativa es una enseñanza más cercana, concreta y contextualizada a la mayoría de las y los estudiantes de educación municipal”, agrega la educadora, “sobre todo porque los apoderados y nuestros niños y niñas han ido recopilando la evidencia que han desarrollado en este período. Y sin excepciones. Por ejemplo, el Portafolio de Aprendizaje en educación inicial contempla 4 aspectos, donde no solamente se organiza el material, sino que además se trabaja en forma concreta, a través de instrucciones que se entregan a las familias por WhatsApp”.
“La estrategia nos ha servido mucho para organizarnos y ordenarnos”, dice la apoderada Paula Mejías. “El Portafolio es viajero, cada uno le pone un nombre, y Sofía quiso que se llamara así. Ella sabe que desde el Portafolio Viajero debemos sacar la actividad que realizaremos ese día. Por ejemplo, en Lenguaje vemos los cuentos que graba la tía Pati, el Súper Asistencia, las vocales y las consonantes, y luego, al finalizar, le enviamos la foto o el video”.
“El Portafolio ha sido una herramienta muy respetuosa de los principios del nivel de educación parvularia”, advierte Patricia Sánchez. “Lo valioso para nosotros, también, ha sido ver que podemos trabajar desde la colaboración y la flexibilidad, usar diferentes formatos didácticos, pero además las familias han podido darse cuenta realmente del sentido de la educación inicial”.
Esta iniciativa es parte del documento “Educación Inicial: 6 Innovaciones en tiempos de Covid-19” que puedes descargar completo en este link https://bit.ly/3eokQoC