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|“Un Buen Comienzo” es un proyecto de desarrollo profesional docente que busca contribuir a la mejora de las prácticas pedagógicas de los equipos educativos del nivel inicial y al liderazgo en escuelas públicas de nuestro país.
“Un Buen Comienzo” (UBC) es un proyecto de desarrollo profesional docente que busca contribuir al mejoramiento de la calidad de la educación inicial, apoyando a las escuelas en la mejora de las prácticas pedagógicas de los equipos educativos, el aumento de los tiempos destinados a la promoción del lenguaje, la creación de un clima de aula positivo, la mejora de la asistencia y el involucramiento de los padres en la educación de sus hijos, todo acompañado por un trabajo intensivo con los equipos directivos de cada escuela.
La implementación del proyecto contempla el trabajo colaborativo entre las escuelas participantes e incluye acompañamiento mensual a educadoras, técnicos en párvulos, equipos directivos y sostenedores de escuelas municipales. Éstos son guiados por Coordinadores de Terreno de la fundación, quienes observan, analizan y reflexionan en conjunto con los equipos educativos y directivos la puesta en práctica de las estrategias propuestas.
El proyecto se desarrolla de forma intensiva durante dos años en cada establecimiento, tiempo durante el cual, toda la comunidad educativa participa de instancias que les permiten compartir, reflexionar, retroalimentar sus experiencias y resultados en el aula a través de procesos colaborativos. Así, los equipos aprenden unos de otros, reconocen las buenas prácticas pedagógicas y de liderazgo, ajustando o bien eliminando aquellas que no brindan los resultados esperados
La meta del proyecto Un Buen Comienzo está puesta en mejorar los resultados de los niños en el área de lenguaje a través de la mejora de las prácticas de los equipos educativos. Es así como se les entregan estrategias concretas para que logren desarrollar en los niños habilidades de lenguaje específicamente en las áreas de comprensión oral, vocabulario y escritura emergente, de manera de potenciar sus competencias lectoras futuras.
La propuesta UBC se sustenta en las Bases Curriculares propuestas por el Ministerio de Educación para determinar los aprendizajes fundamentales de cada nivel y facilitar la transición de los alumnos desde NT1 a Primero Básico. En esta línea, el proyecto explicita con claridad y precisión las metodologías o estrategias pedagógicas que permitirán a los niños y niñas obtener los aprendizajes esperados estipulados en las bases, tanto en el ámbito de las habilidades cognitivas como socioemocionales.
Numerosas investigaciones han vinculado el desempeño académico de los individuos con los recursos cognitivos, sociales y afectivos que los mismos poseerían temprano en la vida (St Clair-Thompson y Gathercole, 2006; Blair y Razza; Geary, Hoard, Byrd-Craven, Nugent y Numtee, 2007; Bull, Espy y Wiebe, 2008). Por otra parte, en educación inicial, estudios indican que el desarrollo socioemocional es un área de intervención que promete tener efectos a largo plazo para el desarrollo en general y para el aprendizaje.
Para alcanzar logros en esta área, UBC propone como objetivo conseguir un clima de aula organizado y estimulante, creando de esta forma un ambiente propicio para el aprendizaje, así como focalizar los esfuerzos en la promoción de la autorregulación en los niños, la cual incide directamente en la capacidad de pasar de una actividad a otra con facilidad, poner atención en lo que hacen y seguir instrucciones, entre otras tareas, teniendo efecto directo en los aprendizajes.
Variados estudios demuestran que la calidad de las interacciones que se realizan todos los días entre educadores y niños son cruciales para su desarrollo y aprendizaje. Para poder realizar interacciones de calidad es fundamental que los docentes conozcan y sean capaces de identificar e intencionar interacciones que sean efectivas.
A partir de lo anterior, Un Buen Comienzo apoya el desarrollo profesional docente de educadores y técnicos en párvulos, entregando instrumentos que les permitan mejorar sus prácticas a través del instrumento de observación CLASS. Se trata de un sistema que permite medir la calidad de las interacciones que ocurren entre docentes y niños en la sala de clases.
Para apoyar el desarrollo profesional docente, Fundación Educacional Oportunidad entrega una capacitación a los equipos educativos que participan del proyecto Un Buen Comienzo denominada “Aprovechar al máximo las interacciones en la sala de clases” (“Making the Most of Classroom Interactions”, MMCI por su sigla en inglés). Esta instancia dura 3 días en los cuales se enseñan los 3 dominios del CLASS: el Apoyo Emocional que fomenta el desarrollo de habilidades emocionales y sociales; el de Organización de Aula que fomenta el desarrollo de habilidades de autorregulación, atención e interés de los niños, y por último, el dominio de Apoyo Pedagógico que busca fomentar el desarrollo de habilidades más complejas tanto cognitivas como de alfabetización. A partir de esta instancia, se espera que educadores y técnicos en párvulos conozcan estos dominios y aprendan a observar y tomar evidencia de interacciones efectivas.
A esta capacitación se le suma un modelo de acompañamiento en aula compuesto por una sesión de video feedback, en la cual el equipo educativo junto a un coach certificado en Class (coordinador de terreno) observan un video de no más de 15 minutos de una experiencia de aprendizaje u otro momento de la jornada, donde se hayan intencionado interacciones efectivas que den a los niños más oportunidades de aprendizaje. Para llevar a cabo la reflexión, se utiliza una pauta de observación, con el fin de mantener el foco en las interacciones y luego poder reflexionar acerca de ellas y el impacto que tienen en los niños.
A partir de un estudio de Fundación Educacional Oportunidad, se detectó que, en promedio, los niños faltan 21,7% de los días de clases. Lo más preocupante es que más de un 65% falta más del 10% de los días escolares y califican como niños con ausentismo crónico temprano, categoría asociada a peores rendimientos en lenguaje y matemática en 1º y 5º básico.
Estos resultados alertaron a diversas instituciones vinculadas a la educación, las que conformaron una mesa de trabajo liderada por la Fundación. Tras numerosas discusiones en torno al ausentismo escolar crónico en Chile y una exhaustiva recopilación de antecedentes, la mesa entregó sus conclusiones a la Ministra de Educación, Adriana Delpiano. En sus puntos principales, el documento Análisis, resultados y propuestas para disminuir el ausentismo escolar crónico propone:
1) Cambiar la modalidad de reporte del Sistema de Información General de Estudiantes (SIGE) a uno de información individual y al menos quincenal.
2) Difundir la asistencia como indicador para medir la calidad de la educación.
3) Elevar la exigencia en la promoción de los alumnos (del 85% actual a un 90%).
4) Sumar a los centros de salud en la tarea de mejorar la asistencia.
5) Aumentar las investigaciones académicas en torno al ausentismo crónico.
6) Una campaña estatal de sensibilización pública.
Las escuelas que participan del proyecto UBC cuentan con una innovadora plataforma online creada por la Fundación, que permite a los equipos ingresar los datos de asistencia a clases de sus alumnos de una manera mucho más simple y rápida.
Esto implica un importante ahorro de tiempo para los docentes, además de potenciar el manejo de datos gracias a un programa que genera automáticamente estadísticas de asistencia y permite visualizar gráficos de la inasistencia en determinados períodos de tiempo y en cada curso.
Meta: Lograr que menos de un 15% de los niños de las escuelas que participan en Un Buen Comienzo tenga ausentismo crónico a final de año.
Numerosa bibliografía aporta datos contundentes sobre la importancia de la familia en el desarrollo de sus hijos, tanto en los aspectos cognitivos como socioemocionales. La calidad y el tipo de cuidado que reciben los niños en su hogar tienen un impacto determinante en su desarrollo.
“Un Buen Comienzo” promueve “Encuentros con Familias”, instancias en las que a través de un trabajo directo padre/hijo en el contexto escolar, se les orienta en relación a la mejor manera de apoyar el aprendizaje de sus hijos. Las sesiones proveen a los padres de un mejor entendimiento de los procesos que se llevan a cabo en el niño previo al aprendizaje formal de la lectura y escritura, además de los aspectos relacionados con el desarrollo socioemocional y la asistencia.
Paralelamente, se acompaña a los equipos educativos para que puedan enfocar las reuniones de apoderados hacia temas que apoyen a los padres en la formación de sus hijos.
Objetivo: Involucrar a las familias en el proceso educativo de sus niños/as
El equipo directivo es clave cuando se quiere asegurar aprendizajes efectivos en las escuelas. Este proceso debe dar cuenta de los aspectos específicos de la escuela, de su propia cultura y del proyecto educativo.
Así, es esencial que el Equipo Directivo esté en conocimiento del tipo de experiencias de aprendizaje que se llevan a cabo en el aula, de sus objetivos y de la forma en cómo se evalúan, así como sus resultados, con el propósito de apoyar técnicamente a los docentes, para lo cual es fundamental el proceso de observación y retroalimentación.
UBC espera que el equipo directivo en su rol como gestor curricular, ponga énfasis en al menos dos aspectos: el trabajo en aula de educación parvularia, mediante la estrategia de observación y retroalimentación a los equipos educativos, y la gestión de instancias de reflexión entre los docentes, donde se comparten experiencias pedagógicas, a fin de aprender sobre las prácticas de otros docentes.
Objetivo: Mejorar del liderazgo instruccional de los equipos directivos a las salas de párvulos.
Este eje tiene su foco en el uso efectivo del tiempo dedicado al aprendizaje en el aula.
El estudio de Un Buen Comienzo realizado entre los años 2008 y 2011 detectó que el tiempo dedicado a los dominios claves para el desarrollo del lenguaje y alfabetización sólo abarcaban un 18% de la jornada, es decir, alrededor de 10 minutos en promedio.
Este estudio levantó una alerta en relación con cómo se está utilizando el tiempo en las aulas, ya que éste es un recurso clave que impacta directamente en los aprendizajes de los niños.
Como fundación trabajamos de manera conjunta con los equipos educativos en la búsqueda de promover dentro de la jornada un aumento de los tiempos de la instrucción activa, es decir aquellas acciones pedagógicas en donde la educadora está involucrada activamente en actividades de enseñanza de los alumnos y a la vez mejorar la calidad de las interacciones.
Es común considerar el factor tiempo en educación en términos cuantitativos, por ejemplo, pensar que mientras más horas de clases tienen nuestros niños, mas aprenden. Sin embargo, esto es cuestionable, ya que no se pone el énfasis en la calidad, es decir en lo que realmente sucede en ese tiempo, sino en la cantidad.
Hoy estamos en la búsqueda organizar el tiempo en favor del aprendizaje de los niños, con jornadas mejor organizadas, con un rol más activo de parte de los niños y con adultos que sean mediadores de los aprendizajes. Para nosotros cada minuto cuenta, por lo que es fundamental que los niños estén expuestos a experiencias de aprendizaje desafiantes continuamente.
Desde que comenzamos a implementar el proyecto UBC en la VI región, el año 2011, incorporamos una metodología de mejoramiento continuo que nos ha permitido trabajar con la información que recogemos del terreno de manera más inmediata, con el objetivo de ir ajustando la propuesta a los resultados y requerimientos propios de los diversos contextos escolares. Esta metodología de mejora continua se ha desarrollado con el apoyo del Institute for Healthcare Improvement (IHI) de Estados Unidos y el programa Data Wise de la Escuela de Educación (HGSE) de Harvard University.
El mejoramiento continuo, que en Chile se ha convertido en una innovación en el ámbito de la educación, gracias al proyecto Un Buen Comienzo, busca acelerar los aprendizajes de los niños y niñas, garantizando la pertinencia local y la sustentabilidad de las buenas prácticas en los establecimientos.
Uno de los ejes centrales de esta metodología es la colaboración entre las escuelas, quienes comparten sus aprendizajes para potenciar la labor y el desempeño de la comunidad educativa. Esto se lleva a cabo a través de varias instancias:
Tres veces al año se realiza un intercambio de experiencias entre los equipos de todas las escuelas participantes de UBC. En ellas participan equipos educativos, directivos, apoderados y sostenedores, además del equipo de UBC. En esta instancia, las escuelas comparten sus aprendizajes y los resultados obtenidos por los niños y niñas, para diseminar prácticas efectivas y generar una comunidad de aprendizaje.
Dos veces al año, educadoras y técnicos en párvulos abren las puertas de sus salas a pares de otros establecimientos, así como a equipos directivos y apoderados, para que observen la puesta en práctica de estrategias pedagógicas con los niños, un proceso que posteriormente lleva a una reflexión grupal y a la diseminación de aprendizajes entre equipos de distintas escuelas y comunas.
Dos veces al año se invita a la familia al aula, con el propósito de mostrarles qué y cómo están aprendiendo sus hijos, orientarlos para que apoyen este aprendizaje desde el hogar e invitarlos a conocer el mundo en el que los niños y niñas se desenvuelven diariamente.
Una vez al mes, el equipo de diseminación de la fundación se reúne con los equipos mentores de las respectivas comunas en que se implementa el proyecto Un Buen Comienzo.
El objetivo de estas reuniones, que tienen 2 horas de duración, es diseñar la capacitación mensual que el equipo mentor realizará a otras escuelas de sus propias comunas, de acuerdo con los lineamientos del proyecto Un Buen Comienzo.
Una vez al mes se realizan reuniones comunales lideradas por el equipo de mejoramiento comunal (sostenedor, directores, jefes UTP, educadoras y técnicos mentores). Estos equipos han participado del proyecto Un Buen Comienzo y han sido seleccionados como líderes en sus comunas para compartir sus conocimientos, experiencias y aprendizajes a otros equipos de escuelas receptoras.
Estas reuniones tienen una duración de 4 horas y en ellas se comparten los resultados y procesos de las áreas que se están trabajando: Mejora Continua, Interacciones Efectivas, Tiempo Instruccional, Asistencia, todos ejes del proyecto Un Buen Comienzo.
Se trata de una instancia donde se reúne el equipo de sala y equipo directivo junto a un Coordinador de Mejora Continua de la Fundación, para reflexionar en torno a los datos cualitativos y cuantitativos de sus ideas de cambio probadas.
En esta reunión la reflexión es fundamental, ya que de ella se deducen aprendizajes obtenidos del proceso, desafíos y dificultades para mejor las ideas de cambio, y sobre todo se toman decisiones basadas en los datos para adoptar, adaptar o abandonar las ideas de cambio.
Como fundación esperamos que esta línea de trabajo sea capaz de retroalimentar nuestro quehacer diario y el de las escuelas, dejando capacidades instaladas en los equipos escolares, dando cumplimiento a las metas propuestas y logrando mejores resultados en niños y niñas. Deseamos que los aprendizajes sean sostenibles en el tiempo para lo cual es importante registrar los desafíos propuestos y las acciones a realizar en los planes de mejoramiento.
Se comenzó a implementar el proyecto “Un Buen Comienzo” de manera piloto en los niveles NT1 y NT2 (pre kínder y kínder) de dos escuelas municipales y dos salas cunas y jardines infantiles de Junji e Integra de la comuna de Peñalolén.
Se da inicio a la primera cohorte del estudio experimental. El proyecto se focalizó en las escuelas municipales de Peñalolén, ampliando el número de establecimientos de dos a cinco.
Se da inicio a la segunda cohorte del estudio experimental, con la ampliación del proyecto a las comunas de Maipú y Lo Prado, abarcando 21 escuelas municipalizadas, 65 salas de clases y beneficiando a más de 2.600 niños y niñas.
Como parte de la tercera cohorte del estudio experimental, se sumaron al proyecto tres nuevas comunas: Pudahuel, Estación Central y San Ramón, aumentando la cobertura a 37 establecimientos, 111 salas de clases y beneficiando a más de 4.300 niños y niñas.
Con el objetivo de compartir lo aprendido y de extender las oportunidades de desarrollo profesional de calidad a más personas que trabajan en educación para la primera infancia, ese año la fundación inició un trabajo conjunto con el Ministerio de Educación, firmando un convenio.
A fines de 2011, se gradúan las últimas educadoras y técnicos de la primera etapa de UBC, correspondiente al estudio experimental.
Por otro lado, en el marco del convenio con el Mineduc, se da inicio a una nueva etapa de UBC en a 28 escuelas de tres comunas de la Región del Libertador Bernardo O ́Higgins: Chimbarongo, Codegua y Rancagua. A fines de 2011, se comenzó a probar en algunas salas piloto (llamadas también “salas pioneras”) de estas escuelas, la metodología de Mejora Continua.
Ingresaron al proyecto seis nuevas escuelas de Estación Central y siete establecimientos de San José de Maipo en la Región Metropolitana.
Este año se empezó a implementar de forma definitiva la metodología de Mejora Continua en las escuelas de la VI región, la cual ha permitido tanto a los equipos de aula como directivos probar y modificar en base a datos concretos estrategias que apuntan a mejorar los resultados de niños y niñas.
Se sumaron 16 salas de clases de dos nuevas comunas de la VI región: Coínco y Machalí.
De forma extraordinaria, y con miras a sostener y diseminar los aprendizajes adquiridos a través del proyecto, las educadoras que ingresaron el año 2011 en la VI Región continuaron recibiendo apoyo del proyecto por un tercer año, con el fin de convertirlas en futuras mentoras de sus pares.
Se incorporó una nueva comuna en la Región Metropolitana, La Pintana, así como 9 nuevas comunas en la VI Región: Coltauco, Doñihue, Las Cabras, Mostazal, Peumo, Pichidegua, Quinta de Tilcoco, Rengo y San Vicente.
Asimismo, las educadoras de la comuna de San José de Maipo se suman al grupo de diseminación, mientras que el grupo de mentoras de las comunas de Rancagua, Chimbarongo y Codegua comienzan su segundo año diseminando con asesoría y acompañamiento del equipo UBC.
Continuamos implementando el proyecto en su segundo año en 10 comunas, 31 escuelas y 34 salas de clases.
Tres integrantes del equipo se capacitaron en Estados Unidos en el curso “Aprovechar al máximo las interacciones en la sala de clases” (MMCI) y posteriormente realizaron un piloto con otros miembros del equipo de la Fundación, donde se probó y ajustó el curso a la realidad chilena. El objetivo de trabajar con este instrumento es ayudar a los equipos educativos a reconocer y realizar interacciones efectivas con los niños en el aula, en lo referido al apoyo emocional, a la organización de aula y al apoyo pedagógico.
Fue un año clave para el proceso de diseminación, en que las acciones estuvieron orientadas a fortalecer el desempeño del equipo de mentores, apuntando a una mayor autonomía y liderazgo de las comunas y escuelas.
Se incorporaron al proyecto 22 escuelas de 6 comunas de la VI Región y 6 escuelas de Cerro Navia en la Región Metropolitana.
Se impartió el curso MMCI (Aprovechar al máximo las interacciones en el aula) a los equipos educativos de la comuna de Cerro Navia, con el objetivo de apoyarlos en la mejora de sus prácticas pedagógicas.
Se continuó trabajando con los equipos mentores que se graduaron del proyecto en 6 comunas. Se conformaron equipos de mejoramiento comunal con participación de directivos, educadoras y técnicos de las escuelas que ya pasaron por el proyecto UBC. Ellos recibieron dos capacitaciones de MMCI en los dominios de apoyo emocional y organización de aula.
Se entregan datos de la evaluación externa de Un Buen Comienzo realizada en 2014 y 2015 en 23 escuelas de la VI Región realizada por el CPCE de la UDP.
Continuamos implementando UBC en 28 escuelas y 35 salas de las regiones Metropolitana y VI.
Desde sus inicios, la fundación ha sido gestora de proyectos innovadores en educación con un importante nivel de compromiso y rigurosidad. En esta línea, hemos puesto énfasis en la evaluación, tanto de procesos como de resultados, de nuestros proyectos, con el fin de ir mejorando continuamente y conocer su impacto en los aprendizajes de los niños y en las prácticas de los docentes, así como también de obtener aprendizajes que nos permitan mejorar las intervenciones.
Algunos datos importantes sobre la evaluación:
Evaluación experimental
Los datos se recogieron entre los años 2008 y 2011 y los resultados finales del estudio se dieron a conocer a la fundación a fines de 2012.
Una vez terminada esta fase, y con el inicio de una nueva etapa de UBC, durante los años 2011 y 2012, se recogieron datos para un nuevo estudio a cargo del CPCE, esta vez con diseño cuasi experimental.
Desde entonces, la fundación ha continuado evaluando todas las cohortes y los datos han servido tanto para retroalimentar el proceso como para medir impacto.
En 2014, se suma al equipo CPCE el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile. Ambas instituciones continúan recolectando los mismos datos del estudio original, con el fin de dar cuenta de las mejoras de la intervención en el tiempo.
A continuación, se presentan los resultados de impacto del proyecto UBC en su primera versión, como parte del estudio experimental que se realizó en conjunto con Harvard University en 6 comunas de la región Metropolitana y 4.560 niños y niñas, entre los años 2008 y 2011. A su vez, se presentan los principales aprendizajes que surgen de esta primera etapa.
A continuación, se presentan los resultados del proyecto UBC en su segunda versión, la cual introduce la metodología de Mejora Continua y un trabajo intensivo con los Equipos Directivos. Esta etapa del proyecto se implementa en escuelas de 7 comunas de las regiones Metropolitana y del Libertador Bernardo O’Higgins y 2.232 niños y niñas, a partir del año 2012. Desde entonces, se han ido incorporando distintas comunas de ambas regiones. Los resultados que se muestran, corresponden a las primeras tres comunas de la VI región: Codegua, Chimbarongo y Rancagua.
Respecto al área socioemocional:
Respecto a la organización del aula, las educadoras:
*Lo anterior no ocurre necesariamente en las salas de control.
En cuanto al apoyo pedagógico, las educadoras:
*Lo anterior NO ocurre en las salas de control, donde hay ausencia de estas prácticas.
A continuación, se presentan los resultados del proyecto UBC en su tercera versión, que se basa en los procesos de mejora continua de las versiones anteriores del proyecto, en el cual ya se viene utilizando el instrumento de evaluación CLASS como desarrollo profesional.
Esta etapa se implementó en 9 comunas de la provincia del Cachapoal, VI Región, abarcando 23 escuelas y 23 salas de clases.
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